No tengo tiempo para leer muchos juegos de rol. Envidio a quienes reseñan, leen y juegan a tantas cosas. Habrá que crear un movimiento "slow-rol" para aquellos que pueden concentrar su atención en un juego más de 15 días.
En cualquier caso, acostumbrado a leer manuales en inglés, los matices del tono en que está escrito suelen pasárseme por alto. Bueno, a no ser que te leas un juego narrativo moderno en el que el autor intenta ir de guay y consigue en cambio que no se entiendan bien las reglas de juego. Véase Apocalypse World o Poison´d.
De vez en cuando te topas con algún manual en castellano y lo lees y más de una vez tienes que dejarlo de lado porque a nada que seas un poco exigente con el poco tiempo que tienes, no quieres enfrentarte a los que ofrecen algunos autores y a una manera de comunicar y transmitir que me resulta insoportable.
Si hablamos de una traducción al castellano, también encuentro algunos inconvenientes frecuentes. Suelen sonarme demasiado literales. No entiendo de temas de traducción, pero creo que se traducen demasiadas veces las frases de un modo demasiado literal, como he dicho. Se entiende lo que quieren decir, pero el texto tiene un tono extraño, artificial. Quizás en un juego de rol, cuya utilidad es transmitir un reglamento y ambientación, el traductor podría tomarse la licencia de dotar al texto de "humanidad", que creo que a veces las traducciones al castellano carecen de ella. En fin, supongo que esto que digo será considerado una herejía para algunos. Los ejemplos anteriores citados no niego que sean buenas traducciones, pero resultan tan literales que mantienen todas las virtudes y defectos del original. Si en ocasiones se corrigen las erratas de un original en ingles, ¿porque no redactar de una manera más comprensible un texto o párrafo confuso?. Le pido más a una licencia de traducción.
Volviendo al tema de un manual escrito originariamente en castellano. Ahí ya superamos la barrera de la artificialidad. Claramente percibimos el tono de quien lo ha escrito. Ya no hay un robot o un mono traduciendo detrás. Y casi estamos peor. Porque a veces el tono del escritor resulta cargante por un motivo u otro. O al menos yo me encuentro con frecuentes ejemplos de este tipo. Quizás me pase de exigente.
No me gusta que el tono intente pasarse de enrollado, de cercano. Que el autor vaya de moderno. En mi opinión interfiere con el entendimiento de las reglas por parte del lector. Tampoco me gusta que el autor vuelque su afición literaria en el manual. Yo quiero aprender a jugar, y no tragarme ficción fan, lo siento. Generalmente esta ficción es horrible.
Detesto y no soporto que el tono sea pretencioso, pomposo. Una cosa es que el lector pueda ser un novato en el rol, otra es que menosprecies su inteligencia con infulas mesiánicas o despliegue de conocimientos sobre "lo que es bueno en el rol". Ese tono cargante me suele hacer renunciar al texto y no volver jamás, directamente. Tampoco me gusta que se note que es de las primeras cosas que se escribe. Se nota cuando el autor no está habituado a esas lides.
Dar con el tono que creo adecuado en un juego de rol es difícil, más de lo que se podría pensar. Escribir un juego y transmitir de manera didáctica, cercana pero no en exceso, concisa pero no prolija, exhaustiva pero no cargante, coloquial pero no vulgar o pedante, amena pero no intrascendente, es muy complicado. Yo no creo que fuese capáz de hacerlo. Creo que la clave es leer mucho e intentar aprender con la práctica... aunque sea por imitación y repetición. Concentrar los esfuerzos en intentar transmitir cómo se juega claramente dejando a un lado el estilo personal o tu personalidad. Quiero conocer tu juego, no a ti. A muchos autores, viendo como escriben, no me gustaría cruzármelos, todo sea dicho. Enfrentar tus textos al juicio imparcial de lectores externos que opinen sin presiones sobre tu forma de comunicar. Añado que la labor de un revisor de estilo o editor es muy valiosa para mejorar en este aspecto un texto. Pero en una microactividad como el rol en castellano muchas veces no hay recursos para que una persona se dedique a esa labor.
En cualquier caso, como he dicho, el tono general de tus escritos, es una de las primeras cosas que harán que el texto de tu manual de rol, cuya finalidad principal es enseñar a jugar a tu juego y en tu ambientación, invite a ser jugado y no espante a los lectores.