domingo, 5 de abril de 2020

El golpe de los dragones (sesión 5): roleando online en cuarentena



Debido a las circunstancias, nos hemos tenido que pasar al  rol online para continuar la aventura. 

Parece que para jugar a D&D 5ª una de las opciones más cómodas es usar Roll d20 que tiene el SRD integrado, plantillas y macros ¿? para que sea más sencillo jugar y para verse el careto usar Jitsi, un sistema de videoconferencia por navegador que parece gratuíto.
Uno de los jugadores, mas experimentado en la materia, nos estuvo ayudando a aclararnos y gracias a eso la sesión no fue un absoluto caos tecnológico.
Para el DM eso de tener plantillas para los bichos del srd está genial, porque solo hay que importarlo a tu partida y con solo con un click tiras su ataque y el daño y demás mandangas. Dan ganas de pagar por la versión de pago. Para el resto de criaturas o pnjs, solo con rellenar lo más importante o útil ya tienes toda la información en la aplicación.

Hay poco que reseñar, se agradece jugar aunque sea online. La sesión fue corta, dos horas. Y fue un combate que duró toda la sesión. Supongo que en mesa habríamos ido un poco más rápido. Tampoco mucho más.
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Los aventureros pretendían asaltar la mansión de la familia Gralhund, nobles de la Ciudad de los Esplendores. Por lo que habían averiguado, ellos eran los compradores del autómata, el raudoescolta que había lanzado la bola de fuego y quien había robado la Piedra de Golorr, el artefacto que albergaba el secreto sobre la localización del medio millón de dragones de oro que Dagult Neverember, el anterior Lord Público de la ciudad, había desfalcado de las arcas municipales.

Ahora colaboraban con los Arpistas y con los Cassalanter, otra familia de nobles de la ciudad que quería liberar a sus dos hijos de una maldición demoníaca. Tenían que actuar rápido para encontrar al raudoescolta,  antes de que apareciera la guardia de la ciudad, a quienes ellos mismos habían denunciado la ubicación del autómata unas horas antes.

En el Distrito Norte, al aproximarse a la mansión,  vieron que varias facciones vigilaban el lugar. Unos elfos drow vigilaban desde una azotea el edificio y unos observadores, una especie de contempladores en miniatura sobrevolaban las cercanías.
Los drow no hicieron nada ante su aparición,  pero los observadores se lanzaron al ataque lanzando rayos por sus ojos pedunculares. 
El pícaro tabaxi del grupo se lanzó a abrir la reja de acceso al patio de la mansión. Dentro se levantaron unas espectrales sombras que atacaron al grupo.
El combate se desarrolló en los dos mientras algunos lugareños huían asustados. La hechicera conjuró una esfera de oscuridad que confundió a las aberraciones. Las sombras tumbaron a el pícaro con un toque espectral. Cuando acabaron con los tres observadores y las sombras, ya estaban dentro, en el patio.

Pudieron ver que en el interior del edificio de dos plantas parecía estarse desarrollando un combate, pero tendrían que entrar para averiguar qué sucedía.
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La sesión pasó volando, entre la tecnología, las casillas y las interrupciones familiares. Yo me quedé con ganas de más. A falta de pan....

Seguiré informando.