jueves, 11 de abril de 2013

Gandolfo debe morir ( Westmarches )



Recogiendo el tema que el interesante artículo sobre la creación de un sandbox que La Frikoteca ha tenido la gran idea de traducir al castellano, se me planteó la pregunta de si un tipo de campaña similar sería viable hoy en día. En algunos de los comentarios del artículo hay una sensación de que es un proyecto irrealizable , incompatible con las agendas lúdicas de la mayoría de los que jugamos a rol hoy en día; roleros con cierta edad y responsabilidades que apenas tienen tiempo para jugar.

Extrañamente me he levantado pensando en eso. Cuando aún estoy medio dormido me vienen ideas a la cabeza que luego suelo desechar, cuando la racionalidad triunfa contra la irracionalidad que acarrean las horas de sueño.Estaba pensando que una campaña similar tiene que tener un fuerte nexo de unión, más allá de la simple exploración y las pequeñas tramas o misiones que pueden ser algo aburridas.

Uno de esos posibles nexos de unión para una campaña similar sería Gandolfo, el mago. Plantearé aquí un breve esbozo de porqué este personaje puede servir como nexo de unión a una campaña similar

Gandolfo, el mago es la persona más odiada y detestada en Puenteblanco, el último pueblo civilizado antes de internarse en las salvajes Marcas Occidentales. El mago es un ser vil y despreciable, sin valores ni moral que acabó con la ilusión de los hombres del lugar. Es un embaucador y un estafador, un truhán y un villano de la peor calaña que puedas imaginar.
Precisamente de las Marcas Occidentales llegó misteriosamente el mago montado en su carreta, con su cara de bonachón y mostrando trucos de artificio e ilusionismo a los muchachos que se arremolinaban siguiendo el paso de su carreta, hará hoy 7 años. El misterio de su procedencia y pasado jamás sería aclarado en los años que pasó en Punteblanco y en los que pasó de ser un ilusionista callejero a convertirse en mentor y amigo de aventureros y exploradores y,  final ey sorprendéntemente, alcalde del pueblo. Su engaño se fue gestando a fuego lento. Se ganó la amistad de los ciudadanos y su afecto. Querido y apreciado nada hacía intuir lo que pasaría aquella noche de nefasto recuerdo en la que utilizando su habla hipnótica reunió a los habitantes del Puenteblanco en la plaza de la Fuente para un importante discurso.

La mañana siguiente todas las mujeres, niños y ancianos habían desaparecido junto con Gandalfo y el contenido de las 7 legendarias arcas municipales. Nadie recuerda nada sobre lo que pasó aquella noche. El rastro de los desaparecidos; padres, esposas e hijos de los que quedaban en el pueblo se perdía en dirección a las Marcas Occidentales.

Varios meses pasaron hasta que los hombres salieron del shock, muchos jamás se recuperaron y no dejaban de mirar apáticamente y desganados sus "esmarfons"(unos juguetes de madera en los que miras dentro y se ven colores hipnóticos) como si fuese una droga para su cerebro. La enfermedad de los que caían en ese estado no remitía, al contrario, iba empeorando muy lentamente hasta desembocar en la muerte por dejar de alimentarse.

Algunos de los pocos hombres valientes que quedan,  se reunen en la taberna " El Hacha y el Cardo" para planear una búsqueda final y definitiva. Pero no muchos tienen los suficientes redaños como para internarse en las Marcas. Allí no hay ley, ni orden y, si algo hay acaso culto al caos y a la muerte, o al menos al más fuerte empuñando una espada y usándola para atravesar a sus oponentes. Poco se sabe en realidad sobre esos territorios  que la mano del Reino y la civilización no ha tocado. De allí vino el mago y por eso ahora se sabe que son un peligro para el Este civilizado.

Lo cierto es que Gandolfo está allí desde hace un tiempo. Y se merece un castigo por haber engañado al pueblo. Si, Gandolfo debe morir.